martes, 4 de marzo de 2014

Taxista


Un pasajero le toca el hombro al taxista para hacerle una pregunta.
El taxista grita, pierde el control del coche, casi choca con un camión, se sube a la acera y se mete en un escaparate rompiendo los cristales.
Por un momento no se oye nada en el taxi, hasta que el taxista dice:
- ¡Mire amigo, jamás haga eso otra vez! ¡ Casi me mata del susto!
El pasajero, impresionado le pide disculpas y le dice:
- No pensé que se fuera asustar tanto si le tocaba el hombro.
El taxista le dice:
- Lo que pasa es que es mi primer día de trabajo como taxista.
- ¿y que hacía antes?
- ¡Fui conductor de coches funerarios durante 25 años!

No hay comentarios:

Publicar un comentario