La Leyenda de los Volcanes
Las huestes del Imperio azteca regresaban de la guerra.
Pero no sonaban ni los teponaxtles ni las caracolas
Las huestes del Imperio azteca regresaban de la guerra.
Pero no sonaban ni los teponaxtles ni las caracolas
ni el huéhuetl hacía rebotar sus percusiones en las calles y en los templos.
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